Situado frente a la Catedral de San Esteban, entre Wollzeile y Bäckergasse, este auténtico restaurante vienés es conocido por sus Wiener Schnitzel –escalopes empanados de carne de ternera o de cerdo–, tan grandes que desbordan el plato.
Wollzeile, 5. Viena, Austria.
Tel. 512 6177
Abierto de lunes a domingo de 11 a.m. a 10.30 p.m.
Cocina austríaca.
Los schnitzel que preparan en Figlmüller Wollzeile se hacen siguiento la receta tradicional de la cocina austriaca. Su enorme tamaño se debe a que los filetes de ternera han sido machacados hasta dejar la carne delgada como una oblea, otorgándoles un sabor, calidad y tamaño que no tienen rival. En cada ración se puede degistar un cuarto de kilo de ternera de primera calidad.
En Figlmüller no hay un menú como tal, sino que todos los platillos y bebidas son escritos en una pizarra cada día, garantizando la frescura y la calidad de los ingredientes. En el menú se incluyen elementos típicos de la cocina de Viena como la sopa goulash, con el auténtico sabor de paprika húngaro, el deslicioso strogonoff, el pollo frito al estilo vienés, y el clásico strudel de manzana.
El gran pero de la mayoría que visita el Figlmüller está en que no sirven cerveza; pero tampoco es un problema pues el restaurante lo compensa con un delicioso vino blanco austríaco de la casa que pasa muy bien y que marida estupendo con su famoso schnitzel.
El Figlmüller es muy famoso y casi cada día hay cola para entrar, os recomiendo reservar mesa o ir con tiempo para hacer hambre mientras esperas. Eso sí, antes de poneros en la cola revisar el otro local que tiene en Bäckerstrasse 6, a dos minutos caminando del Wollzeile, y que es menos conocido por los turistas.
