El truco para pasar unas divertidas vacaciones familiares en Roma (para mas información haga clic aquí)– y mantener la cordura durante el viaje – es planificar los paseos. Si los niños tienen edad suficiente, intercambien ideas de qué lugares les gustaría visitar.
Por otro lado, si los niños son pequeños conviene llevar un cochecito, ya que visitar Roma significa caminar mucho, por lo que planea tu itinerario con varias paradas a lo largo del camino y no te olvides de llevar zapatos cómodos para toda la familia.
Si viajas con niños de entre 3 y 7 años, la principal atracción a visitar es Explora, el museo infantil de Roma (Via Flaminia 82). Allí los niños pueden organizar un programa de televisión simulado y pasear por una casa transparente, mientras que el típico cartel de «no tocar» brilla por su ausencia.
Villa Borghese es casi una visita obligada, ya que ofrece algo para todos. Visita el Cinema dei Piccoli (Viale della Pineta 15), clasificado en el Libro Guinness de los Récords como el cine más pequeño del mundo.
Echa un vistazo al Teatro de Títeres de San Carlino en el Viale dei Bambini (Camino para la Infancia), en la colina Pincio. Hay un ‘trenino’ (trencito) que recorre el parque saliendo de Viale Goethe. También forma parte de Villa Borghese el zoológico de Roma, llamado Bioparc, que cuenta con un montón de áreas especiales y exposiciones sólo para niños en todo el parque.
Si viajas con niños de entre 8 y 12 años, el Time Elevator (Via dei SS Apostoli 20) es justo lo que buscas: una atracción tipo película interactiva con efectos especiales que recorren los 3.000 años de la historia romana.
Y si dispones de tiempo para hacer una excursión fuera de la ciudad, el Monster Park de Bomarzo, a una hora en coche al norte de Roma, es un favorito entre los niños. Este jardín renacentista tiene enormes esculturas de piedra de varios animales y monstruos a los que los niños pueden subir y, en el caso de la ‘casa inclinada’, entrar.
Ninguna visita a Roma estaría completa sin ver la Bocca della Verità (Boca de la Verdad) y la Fontana de Trevi. Haz que introduzcan su mano en la Bocca della Verità y luego llévalos a la Fontana de Trevi para lanzar en algunas monedas, asegurando así su regreso a Roma algún día.
Visitar Roma con adolescentes de entre 13 y 18 años significa ir a divertidos lugares como el LunEUR (Via delle Tre Fontane), el único parque de diversiones de y uno de los mayores y más antiguas de Italia.
Por otro lado, ¿a qué adolescente no le gusta ir de compras? Pasea por la Via dei Condotti y, a continuación, sube hasta la Piazza di Spagna, donde los adolescentes romanos a menudo pasan el rato. Sin embargo, si quieres ir de compras con un presupuesto más realista, llévalos a la Via dei Corso.
A aquellos adolescentes que no se asustan fácilmente invítalos a aventurarse en las criptas y catacumbas de la Iglesia de Santa María de la Concepción (Via Veneto 27). Aunque no es un lugar recomendado para los débiles de corazón, la exposición permanente en el sótano de esculturas hechas con miles de huesos estamos seguros llamará la atención hasta del adolescente más indiferente.
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